¿En qué puedo ayudarte?
PSICOTERAPIA PARA ADULTOS
En el transcurso de la vida adulta, nos podemos encontrar conflictos personales, de relación o laborales, despedidas de seres queridos, pérdida de motivación, la bienvenida de un hijo, estrés, ansiedad, soledad, miedo o angustia.
La intervención psicológica se focaliza en el crecimiento personal del paciente, dotándole de nuevas estrategias que le permitan superar las dificultades emocionales presentes para sembrar un futuro libre de cargas.
PSICOTERAPIA PARA ADOLESCENTES
La adolescencia es una etapa de cambios a nivel físico, cognitivo y socioemocional en la persona que se prepara para convertirse en adulto. A todo esto, hay que sumarle el desarrollo de la sexualidad y la creación de la identidad.
Es posible que puedan surgir dificultades a nivel individual o relacional, ya sea por la revolución interior que vive el adolescente o porque se pueda sentir perdido y confuso.
Los problemas más comunes que trato en la adolescencia son los siguientes:
– Adicciones a sustancias o nuevas tecnologías
– Conductas delictivas como robos, agresiones o violencia familiar
– Baja autoestima
– Ansiedad y/o depresión
– Fobia social
– Trastornos de la conducta alimentaria
– Acoso escolar o bullying.
– Problemas escolares: absentismo escolar, falta de motivación, dificultades de aprendizaje, mejora del rendimiento académico, técnicas de estudio, desarrollo de la atención, la concentración y la memoria, ansiedad ante los exámenes.
PSICOTERAPIA PARA NIÑOS Y ATENCIÓN TEMPRANA
La infancia es la etapa más importante en el desarrollo de la persona y cada vez es más común que las personas sean conscientes que muchas de las dificultades de su vida adulta tuvieron su origen en la infancia.
En función de la etapa de desarrollo en la que se encuentre el niño y las dificultades que presente, diferenciamos en este tipo de intervenciones:
ATENCIÓN TEMPRANA
Intervención dirigida a niños de 0 a 6 años que presentan dificultades en el desarrollo madurativo o
emocional.
– Prematuridad, gestación o parto.
– Dificultades en el desarrollo motriz y/o sensorial.
– Dificultades en la adquisición del lenguaje.
– Dificultades emocionales
– Relación y vínculo
PERIODO ESCOLAR
Al comenzar la educación obligatoria, los niños pueden seguir teniendo necesidades y surgir problemas
conductuales, emocionales o dificultades de adaptación en el ámbito escolar. Para ello, se realiza una
valoración e intervención psicológica para facilitar su desarrollo cognitivo y emocional.
PROBLEMAS CONDUCTUALES:
– Hiperactividad
– Impulsividad
– Agresividad
– Rabietas
– Desobediencia
– Conducta desafiante
– Timidez
PROBLEMAS EMOCIONALES:
– Alteraciones de sueño, terrores nocturnos y pesadillas
– Duelos
– Celos o rivalidad entre hermanos
– Acoso escolar
– Enuresis y/o encopresis
– Fobias
– Estrés y/o ansiedad
DIFICULTADES EN EL ÁMBITO ESCOLAR:
– Problemas de psicomotricidad
– Dificultades de aprendizaje
– Adquisición de lectoescritura y del lenguaje
– Dislexia
– Déficit atencional y memoria
– Técnicas de estudio
TALLERES DIRIGIDOS A LAS FAMILIAS
Enfocados a los padres para tratar diferentes cuestiones relacionadas con la educación y crianza de los hijos.
PSICOTERAPIA FAMILIAR
La intervención tiene como objetivo reestablecer el equilibrio familiar en su conjunto, es decir con todas las personas que componen la estructura familiar.
Todo esto a través de cambios en los estilos de relación y comunicación, conociendo las necesidades de cada uno y aprendiendo a manejar los conflictos de manera adecuada para promover armonía en el ambiente familiar.
PSICOTERAPIA EN PAREJA
Cuando comenzamos a compartir nuestra vida sentimental con una persona, pueden surgir dudas, problemas o malestar que no somos capaces de resolver o comunicar a la otra persona.
La terapia de pareja se desarrolla en un ambiente de confianza donde el profesional os va a guiar a encontrar las soluciones más adecuadas en función de vuestras necesidades como pareja.
Acudir a terapia de pareja no es solo resolver el problema por el que acudís a consulta, si no también, que aprenderéis a forjar una relación saludable, basada en el respeto y comunicación activa, donde se percibe a la pareja como un lugar seguro de apoyo y comprensión.
– Dificultades en la comunicación o relación
– Falta de confianza
– Distancia emocional
– Incapacidad para resolver conflictos de manera adecuada
– Pérdida del deseo sexual
– Dificultades sexuales
– Infidelidad