Todos sabemos que ir a terapia ayuda a sentirse mejor, ya que uno de los propósitos es aminorar el malestar de quién consulta. Pero, al mismo tiempo, genera mucho movimiento interno, y todos sabemos lo abrumador que resulta estar con uno mismo.
¿Pero qué queremos decir con «sentirme mejor»? ¿Qué entendemos por «estar con uno mismo»?
Existe una confusión común al creer que estar regulado emocionalmente significa sentirse bien, estar relajado y sin señales de malestar. Pero la regulación no siempre se siente así.
Regularse no es necesariamente sentir un estado permanente de bienestar. Es poder habitar lo que hay sin la necesidad de huir cada vez que algo me resulte doloroso o incómodo.
Desde una mirada neurofisiológica, estar regulado no es estar tranquilo; es tener la capacidad de moverse por distintos estados emocionales sin quedarte colapsado en ellos.
Desde una mirada compasiva, es estar con la incomodidad sin la necesidad de sentir que algo debe cambiar. Simplemente acompañándome sin juicios, sabiendo que nada cambia en lo que soy, porque todo es temporal.
Y desde lo cotidiano, estar con uno mismo es habitar el cuerpo incluso en el malestar, sin necesidad de beber esa cerveza, fumar ese cigarro, aislarme de los demás, pasar horas muertas con el teléfono, frente al televisor o mantener hábitos alimenticios poco saludables, solo para seguir funcionando.
A veces, regularse es poder estar con el miedo y su incertidumbre sin detenerse, con el enfado y toda su fuerza vital, con la tristeza sin tener que cubrirla con distracciones o con la vergüenza sin ocultar quiénes somos. Todo esto también es regulación.
La verdadera regulación no evita lo difícil, aprende a habitarlo con presencia.
Cuando esto sucede y se produce ese estar con lo que hay, aunque esto sea desagradable, empieza a surgir un tipo de bienestar diferente: una calma que no viene de corregir algo en mi ni de controlar alguna parte de mí, sino de poder simplemente estar.
Y es aquí, en este estar, donde todo cambia. No se trata de eliminar las emociones incomodas, sino de aprender a acompañarlas con compasión y apertura. Desde un enfoque integrador, que incluye el trabajo con el cuerpo y técnicas como EMDR, podemos conectar con nuestras sensaciones y procesar las experiencias emocionales de una manera diferente. Porque estar con uno mismo, al final, no es el problema, sino el camino.
9 comentarios en “¡Qué difícil es estar con uno mismo!”
¡Qué bueno volver a leerte Eugenia! Me ha encantado cómo explicas la diferencia entre sentirse bien y estar regulado, dejando claro que no se trata de eliminar lo incómodo, sino de poder acompañarlo sin huir. Gracias una vez más por la sensibilidad con la que lo transmites.
Al leerlo, recuerdo todo lo que me enseñaste, y lo agradecida que me siento de dar el paso de comenzar contigo la psicoterapia, aquella primavera de 2023
Un abrazo muy fuerte.
❤️❤️❤️❤️
Eugenia, enhorabuena!! Me ha encantado volver a leerte
Brava!! ❤️
Que bonita reflexión!! ❤️❤️❤️❤️
Hacía tiempo que no te leíamos y cada vez que te leemos eres asombrosa Bravo
La reflexión es saber que siempre tenemos cosas buenas y cosas malas y poder buscar el equilibrio entre las dos.
¡Qué bueno volver a leerte Eugenia! Me ha encantado cómo explicas la diferencia entre sentirse bien y estar regulado, dejando claro que no se trata de eliminar lo incómodo, sino de poder acompañarlo sin huir. Gracias una vez más por la sensibilidad con la que lo transmites.
Qué bonita reflexión Eugenia!
No lo había visto de ese modo, y tienes razón.
Siempre es un placer leerte, no tardes tanto en hacerlo! Eres increíble
Al leerlo, recuerdo todo lo que me enseñaste, y lo agradecida que me siento de dar el paso de comenzar contigo la psicoterapia, aquella primavera de 2023
Un abrazo muy fuerte.