Actualmente se ha instalado una especie de representación idealista del amor donde si duele un poco, no es amor. Si hay tristeza, no es amor. Si incomoda, no es amor. ¿Tal vez no se le está exigiendo mucho a los vínculos? ¿Es posible un amor sin dolor?
Según el psicoanalista Freud, si dos siempre están de acuerdo, es porque no hay dos. Justamente, el malestar, lo incomodo entre dos personas, surge de sus diferencias. Si todo es tranquilidad, paz y armonía, ¿hay vinculo? ¿O más bien hay uno que decide y otro que obedece?
La reflexión que surge en este momento es: ¿El amor no es sin dolor?. Claro está, una cuota de dolor, que no es lo mismo que la base de la relación sea el conflicto.
Mi intención no es avalar las relaciones violentas, donde existe el acto de imponer agresivamente una posición frente al otro, ya sea física o psicológicamente, para dominar o controlar a la persona, sino interpelar el discurso de “el amor siempre hace bien”.
¿Es posible “estar bien” todo el tiempo? Incluso estando en soledad ¿uno está bien todo el tiempo consigo mismo?
Mi compañero no es igual a mí, con lo cual no es posible sostener de forma prolongada el “estar bien”, porque las relaciones entre dos personas distintas generan una diferencia que a su vez puede generar desacuerdo y/o incomodidad.
El amor muchas veces duele porque nos encontramos con otro diferente a uno. De lo que se trata es de que las parejas puedan, desde las diferencias, construir un vínculo posible.
Vivir las relaciones sin apelar a cualquiera de los dos extremos: «todo tiene que ser de color de rosas» o «quien bien te quiere te hará llorar», es un modo de sostener el no-todo del amor, incluyendo que mi compañero es distinto a mí lo cual no lo hace ni malo ni violento, sino que, justamente, lo hace diferente.
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Que interesante, y cuanto tiempo sin leerte💜
Excelente🔥🔥🔥👏👏👏
Da gusto leer siempre lo que pones te da para pensar de otra forma o verlo de distinta forma
Gracias por la claridad, por como está escrito
No puede estar mejor explicado❤️
Gracias Soraya