TIEMPO, ¿Qué hago contigo? Eugenia Martínez

Tiempo, ¿qué hago contigo?

El tiempo es un tema muy importante hoy en día. Recibo a muchos pacientes en la treintena que, entre otras preocupaciones, manifiestan un malestar notable con el paso del tiempo.

Surge un conflicto recurrente en la dimensión psíquica relacionado con la transición de la juventud a la madurez, donde se enfrenta la lucha con el narcisismo y la expectativa constante de ser productivos, junto con la aceptación del no poder —que no debe confundirse con la impotencia—.

Algunos testimonios de mis pacientes expresan: “Me siento perdido y con miedo. Al mirar a mi alrededor, no puedo evitar compararme y siento que me faltan muchas cosas por conseguir”.

Surge angustia al no poseer lo que el deseo anhela. Se generan comparaciones con los demás (que sí lo tienen) y un conflicto interno al confrontar lo que socialmente se espera tener con lo que realmente no se ha logrado alcanzar.

Se manifiesta el arrepentimiento: “Debería haberlo hecho antes” o “Debería haber hecho las cosas de otra manera”.

Aparece la sensación de que lo que tengo es insuficiente y que debo tenerlo ya, porque el tiempo se me agota. No hay espacio para creer que aún es posible lograrlo.

En la juventud, esta percepción no existe porque aún “hay tiempo”. Sin embargo, cuando ese tiempo parece llegar a su fin, la persona ya no cuenta con el recurso de pensar que “queda tiempo”, y entonces surge una pérdida de esperanza.

Esta sensación aparece en la madurez, al hacer un balance de lo logrado hasta el momento. Aquí cobra importancia la edad y se establece una conexión directa con el paso del tiempo.

A partir de ahora, el paso del tiempo estará siempre presente. El tiempo nos sitúa. Sin embargo, conectar con su verdadera dimensión resulta difícil, especialmente en un mundo acelerado donde lo urgente siempre parece vencer a lo importante. Detenerse y contemplar el presente se vuelve un acto desafiante que va contra la inmediatez. Vivir es mucho más que existir; es encontrar sentido en cada momento, incluso en medio del caos.

Aprender a detenerse y sentir el tiempo es tan importante como avanzar. Saber esperar y reflexionar es parte fundamental del camino. En medio del desorden, lo más sabio es hacer una pausa.

Quizás la clave no esté en desear que todo salga como esperamos, sino en confiar en la vida tal y como es.

Estamos juntos en este viaje. Aunque estas palabras reflejan una experiencia propia, la lucha contra el paso del tiempo es algo que compartimos todos.

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19 comentarios en “Tiempo, ¿qué hago contigo?”

  1. La conexión con el paso del tiempo, el tiempo ahora va a estar presente. Que frases tan realistas. no es que antes no estuviera presente, pero nos sentíamos invencibles.
    Bravo👏

  2. Muy bueno. El tiempo pasa y creo que hay que valorarlo, pero sin comparaciones con nadie. Intentar logar de alguna manera, con metas o propósitos que llene nuestro valioso tiempo.

  3. Da gusto leer estás reflexiones, dan que pensar. Se nota la dedicación, entrega y profesionalidad que muestras en cada una de ellas. Sigue escribiendo, sigue siendo tú.

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